Virtus huele como lo que queda en una preciosa botella de los años 1950, uno de esos perfumes de diva que ya no se fabrican. Un homenaje a una mujer fuerte, capaz de llevar con coraje y conciencia toda la experiencia de una vida. Dedicado a aquellos que tienen autoestima, o a aquellos que están trabajando para alcanzarla plenamente, Virtus es una sobredosis de Neroli, un precioso viento de Jazmín Sambac y la muy elegante interacción entre haba tonka, pimienta rosa e higo. La base es aromática con vetas leñosas y polvorientas. Un perfume numerado con elegancia clásica y atemporal para aquellos que quieren realzar su lado diva de los años 1950.
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